Tomar decisiones

Lo primero es agradecer a Valerie el prestamo de esta fotografía. Ahora el tema, ya solucionado el tema del piso hay un nuevo nubarron en el horizonte. Tomar la decisión de no ir a la Cátedra de Cine y aceptar una beca de 3 meses con 3 meses prorogables a otros 3 más en un gran medio de comunicación. Implicaría pasarme el verano en Madrid currando, trastocaría mis planes para este tiempo. Planes que ya estaban decididos y sellados. La diosa fortuna es caprichosa. Implicaría el estar sola en el calor de la capital. El no ver a mi familia, mi mar, el no poder estar en mi rincon favorito del mundo, la soledad porque todo el mundo se va al levante. El no volver a mi bar, con mis clientes y mi jefa. El no poder disfrutar de un bombon leyendo el periodico mientras oye el murmullo de la gente. Pero sobretodo es una decisión que implicaría no ver a ciertas personas que son importantes en mi vida, no poder ir al Asklepios juntas, no ver a Paco P., el no reirme de las ocurrencias de mis niñas, el no oir el discurso de en la Aula Triste, el no oir montalbeño, el no aprender cabaret ni danza del vientre.

Es poner en una balanza el deber o el placer. Se en mi interior que la decisión esta tomada antes de que saliera la opción porque como todo en esta vida hubo un amago antes, un sentimiento de que algo iba a pasar. Todo depende de como resulte la entrevista el lunes. Dice mi tata que si me dicen que sí será el destino el que haya tomado la decisión.